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En la Medina de Tangier, muy diferente a Fez y Marrakech |
Nos sobraron un par de días en Marruecos por lo que decidimos viajar más al norte a la ciudad de Tánger. Esta está en el limite con el estrecho de Gibraltar y es un destino muy popular para cruzar en barco a España y de España a Marruecos.
La ciudad cuenta con una medina amurallada y una parte más moderna, muy cerca una de la otra, más que en otras ciudades donde habíamos estado. Para mi la medina es lejos más entretenida que la parte más moderna, pero Fez y Marrakech son mucho más interesantes en ese sentido. La medina en Tánger no es tan tradicional o antigua como en las otras ciudades donde anduvimos, hay construcciones más modernas y circulan muchos más vehículos.
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Atardecer en Tánger |
La playa de Tánger es muy linda, nos tocó un atardecer precioso. Un cielo con un intenso color azul y morado que duró más de lo esperado. Me gustó mucho poder ver a parejas Marroquíes compartiendo un momento intimo en la playa. Allá no es bien visto que mujeres y hombres anden de pareja, menos en público. Esto tiene su encanto desde el punto de vista del turista, pero me alegro que de apoco estén cambiando y aceptando un rol menos pasivo de la mujer en su cultura.
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En las afueras de las grutas de Hércules. |
Hay algunas atracciones turísticas en Tánger, una de ellas: las Grutas de Hercules. Unas cuevas a la orilla del mar. Cuenta la historia que el mítico personaje de Hércules descansó ahí luego de haber realizado sus 12 tareas. La entrada a la gruta cuesta cerca de 1 Euro, no les encontré nada especial, pero si andan por ahí por lo poco que vale la entrada no cuesta nada entrar a verlas. La visita dura unos minutos nada más, no hay mucho donde recorrer, te puedes topar con varios artesanos en el camino ofreciendo sus productos. En particular a mi me gustó más las afueras de la grutas, donde habían quitasoles y uno se podía sentar a disfrutar la vista y una bebida o un Tajine (plato típico Marroquí).