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Bienvenidos a Andrés Carne de Res |
Un restaurant donde la comida no lo es todo. La experiencia que vives durante tu visita es a otro nivel. Un espectáculo de luces tanto dentro como fuera del establecimiento. Un mesero más simpático que otro. Te hacen sentir especial con magos que vienen a tu mesa y orquestas que tocan al lado tuyo. No escatiman en gastos y hacen que tu experiencia sea inolvidable. Lo recomiendo 100%.
Ubicado en Bogotá y en la ciudad de Chia, a unos minutos a las afueras de Bogotá. Andrés Carne de Res es un restaurante muy especial y un lugar que deben visitar.
Empecemos por la decoración, un lugar con más cachureos creo que es difícil de encontrar. Hay cosas colgando, en las paredes, en la barra, en los baños, donde mires, no hay un espacio vacío. La luz es baja, lo que lo hace más acogedor. La mayoría de las cosas que usan para decorar son reutilizaciones de otras cosas. Por ejemplo, un canasto metálico donde estaban todas las salsas era hecho de una antigua tapa de olla metálica. La puerta de salida estaba decorada con centenares de tapas de botellas metálicas aplastadas creando una gran lata.
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Un canasto con aliños, salsas u aceite |
El lugar es gigantesco, para ser un solo restaurante es enorme y lo impresionante es que está repleto de gente. Demoraron cerca de una hora en darnos una mesa, mientras tanto nos llevaron a una mesa tipo bar, más angosta donde podíamos pedir cosas para tomar y picoteo. Ahí pedimos papitas criollas y una arepa de maíz con queso, exquisito todo. Para tomar pedimos una limonada cerezada, la ofrecían como algo especial del lugar.
La carta: el menú por si solo es algo impresionante y ellos lo tienen claro. Un libro de más de 60 páginas, incluye desde las entradas, sopas, carnes, mariscos, postres, cocteles, vinos, etc. Si bien algunas páginas son publicidad, la mayoría tienen un listado de unas 20 opciones en cada una de sus páginas. No había visto nunca un menú tan extenso. En la portada incluye un mensaje: “Este menú es tuyo, llévatelo sin vergüenza” y así lo hice.
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El local de bogotá |
Una vez en la mesa pedimos el plato principal. Nos atendieron 3 meseros diferentes, todos muy buena onda. Nos trajeron de entrada un platito con diferentes frutas en lugar de pan, entre las frutas había: mandarina, coco, mango verde, uvas, golden berries (phylsalis) y un par más. Nos advirtieron que la comida demoraría entre 30 a 45 minutos en estar lista, a mi me pareció que en menos de 20 ya la teníamos en frente aunque puede ser que se me pasó muy rápido el tiempo con lo entretenida que estaba viendo el lugar.
Pedimos Yucas con Hogao (una papas largas con una especie de guizo de tomate con algo de picante), un carne acompañado por un tomate relleno con puré y un filet mignon que venía en medallones con tocino, acompañados con una salsa de champiñones exquisitas y papas criollas. El filet mignon es de lo más ricos que he probado, creo que principalmente porque el tocino estaba buenísimo. Además lo servían en una tabla de madera con una plancha metálica caliente lo que era muy buena idea porque así siempre comías un trozo caliente, no perdía la temperatura con el tiempo. Para tomar nos pedimos un trago que se llamaba “medio lulazo”, en base de smirnoff, granizado de mandarino y lulo (una fruta colombiana). Sabía un poco amargo, pero a la vez dulce y con textura lechosa como un smoothie. Era bastante especial, para que lo prueben si tienen la oportunidad.
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De los mejores filetes que he comido, no aguanté y pedí el mismo plato en el local de Bogotá. Y esas papas criollas mmm se me hace agua la boca ver la foto |
De postre no alcanzamos a pedir nada, ya no podíamos comer más, estábamos absolutamente satisfechos. Pedimos la cuenta, la cual la trajeron en una bandeja con una lupa, linterna y dulces. Pagamos y nos fuimos gorditos y felices. A la salida nos encontramos con la grata sorpresa de una GRAN fuente llena de frutillas donde podíamos sacar las que quisiéramos, me encantó el concepto.
El taxi que nos llevó de regreso a Bogotá nos explicó que después de las 18hrs es tanta la demanda que incluso cobran cover para entrar y se suele pedir reserva. Ofrecen la opción de contratar un chofer para que te lleve en tu propio auto a tu casa para que puedas tomar tranquilo. La gente viaja fuera de Bogotá especialmente para ir al restaurant.
La versión de Andrés Carne De Res que está en la capital se encuentra en un edificio de unos 6 pisos donde cada piso tiene una temática. Desde barras de ensaladas hasta el último piso donde hay variadas actividades para los niños: pintar polleras, hacer galletas, etc. Entretención para todos
No se lo pueden perder. Yo quedé fascinada.