Antes de partir, obviamente teníamos que comer algo. No seríamos nosotras si no lo hiciesemos.
Nos encontramos con una tiendita muy local, muy escondida, pero muy limpia y de buen aspecto. Ahí encontramos que vendían Taiyaki (鯛焼き), una galletita o biscocho con forma de pez con diferentes rellenos. La que tiene la Ryoko en su mano en la foto de arriba está relleno con porotos rojos (dulce) y la que tengo yo es salada, relleno como con okonomiyaki, con muchas verduritas. Debo decir que resultó ser muy muy bueno, fue como comer un sandwich en forma de pez y con gusto asiático.
El lugar hacia donde nos dirijimos fue Harajuku (原宿), un distrito de Tokio. Aquí es donde acude la mayoría de las tribus urbanas, es decir, te puedes encontrar con gente bastante peculiar. De hecho es conocido por tener gente rara en las calles. Gente que quiere llamar la atención y vestirse raro... hay de todo supongo.
Como puede apreciar una vez más, es un lugar bastante concurrido dentro de Japón. Muchas tiendas a los lados de la calle y mil tonteritas que puedes comprar.
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No encontré que el parque o el templo fueran nada del otro mundo. Es algo que en mi opinión daría lo mismo si uno se lo salta o no.
Es un grato lugar con áreas verdes, eso si les puedo asegurar.
Luego viajamos a Shibuya, a encontrarnos con el pololo de la Ryoko y salir a comer a alguna parte. Adivinen a donde fuimos, a un lugar de yakiniku que es esa carne que la cosinas tu misma en una parrillita en el centro de la mesa. Debería considerar abrir algo así aca, la verdad es que me gustó mucho el sistema y la comida.
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[Foto de una estación de trenes tomada con el fish-eye]
Y bueno, con eso terminó la noche y partí de vuelta a dormir.
Ah! se me olvidaba... hoy compré un lente fisheye, que permite tomar fotos con un ángulo de 180°. Muy entretenido, para que se esperen fotos que abarcan más espacio de lo común.
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