Para confirmar se hizo una reserva por teléfono, como en los viejos tiempos, y se nos entregó un recibo a mano.
Continuamos al banco nacional donde hice un giro presencial en la caja. La cajera realizó un cargo a la tarjeta y listo. Hay que tener ojo que esta opción es muy cara porque te cobran el cambio de dólar a cuc. Por sacar 300 cuc me cobraron 310 cuc (según ellos no incluye comisión de ellos solo el cambio de dólar) sumándole a eso el cambio de cuc a usd de la propia tarjeta más la comisión internacional es muy poco coveniente, pero saca de apuros.
Un mural en el callejón de Hamel. Poesía en tinas de baño |
Continuamos nuestro día con la primera salida al callejon Hamel. Un entretenido callejón con arte de artículos reciclados. Un proyecto de una cooperativa para darle a la comunidad sentido de pertenencia y alejar a los jóvenes de la delincuencia y malos pasos. Es un callejón pequeño de unos 40 metros de largo. Ya se ha convertido una atracción turistica por lo que cuentan con dos restaurantes ahí mismo bien caros. Un plato de comida cuesta cerca de 20cuc, nosotros estamos comiendo por 5 a 10 cuc. Ambos restaurantes son muy lindos por dentro, eso no lo puedo negar, pero con estos precios nos vimos obligados a buscar otro lugar para comer. Caminamos y caminamos hasta que ya no nos quedaba mucho tiempo para tomar el taxi que nos llevaría a Trinidad. Terminamos comiendo en la cafetería Fiat casi frente al malecón (costanera). Pizza, sandwiches y bebidas, muy económicas, pero no muy rápidos.
La plaza mayor de Trinidad |
Canchánchara |
En la noche cenamos en el restaurante Trinidad 500, era un poco caro para nuestro gusto, andaba con ganas de pasta y pedí spaguetti carbonara.
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