domingo, 6 de agosto de 2017

Antananarivo a Antsirabe

Llegamos a las 9.30 a Antananarivo luego de que nuestro vuelo se atrasara una hora. No nos molestó demasiado ya que llegamos un poco atrasados porque nuestro taxi nunca apareció y a las 6am no era tan fácil encontrar otra forma para llegar.  En el aeropuerto nos revisaron la mochila grande y la de mano al "ojímetro" y con un poco de tacto. Al parecer no contaban con detectores de metales ni máquina de rayos X. En el counter nos entregaron un boarding pass rellenado a mano y sin asiento asignado, algo que nunca me había tocado: te sentabas donde quisieras. La foto de abajo es nuestro avión, con hélices, en el aeropuerto de Morondava.



Ya en Antananarivo, no teníamos alojamiento reservado, sólo teníamos acordado el taxi con la misma persona que nos llevó del aeropuerto al hostal la primera vez que llegamos. Teníamos que planear los días que nos quedaban, pero lo que no sabíamos era que en día domingo nada funcionaba. Las agencias de turismo estaban cerradas y no teníamos internet para ver qué podíamos hacer.



Agotándose nuestras opciones, empezamos a hablar con los taxistas, hasta que logramos idear un paseo hacia el sur con uno de ellos. El acuerdo sería que le pagábamos una tarifa diaria más lo que gastáramos en bencina. Nos pareció bien. Nos fuimos con otro taxista que con el que habíamos conocido antes, este era más joven y hablaba un mejor inglés, se llamaba Tahir.



Comenzamos nuestro camino hacia el sur, nuestro destino era Antsirabe. Sólo 170km de distancia, pero por el estado de los caminos demoraríamos más de 3,5hrs en llegar. Prácticamente todo el camino tuvimos pavimento, pero este estaba en muy mal estado, con hoyos, angosto. En el camino vimos muchísima gente secando su ropa a los costados de la autopista, en los tramos donde había pasto.

Por supuesto tuvimos la mala suerte de pinchar una rueda a aproximadamente 1hr de camino. La rueda fue cambiada, pero al ser domingo era prácticamente imposible encontrar una vulcanización para que nos arregle el neumático malo y podamos seguir con uno de repuesto. De todas maneras, luego de pasar por un par de pueblitos, encontramos un lugar donde arreglaron el neumático y pudimos seguir nuestra aventura más tranquilos.


En el camino, nuestro chofer Tahir recordó que hay unos artesanos que trabajan con cachos de Cebú, esta vaca jorobada, típica de la zona aunque originaria de Asia. Nos comentó que hacían cosas bien lindas y si nos gustaría pasar a verlo.
Llegamos a Antsirabe, y luego de preguntar a algunas personas, logramos encontrar el tallares de cachos o cuernos, también conocido como Atelier Corne de Zebu en francés.



Ya estaban cerrados, pero Tahir habló con los artesanos y accedieron a atendernos. Ahí nos hicieron una demostración completa de cómo se trabaja el cuerno. Consiste en varias etapas, entre ellas: calentarlo al fuego, cortarlo, doblarlo, enfriarlo, lijarlo, pulirlo y pintarlo. Todos los pasos debidamente explicados en francés, lentamente para que nosotros entendamos el proceso completo.
Terminada la demostración, nos regalaron el pequeño pajarito que habían fabricado y nos invitaron a ver toda la artesanía que tenían disponible a la venta: varios animalitos para decoración, cucharas, paletas, pulseras, entre otras cosas. Lo encontramos muy barato para el trabajo que significaba, compramos varias cosas y nos arrepentimos de no haber comprado más, pero en su momento teníamos dudas si aduana nos dejaría entrar las cosas a Chile. 



Seguimos a un hotel que nos recomendó Tahir, el Hotel Gran Thermal, por 119.000Ar la noche con impuestos incluidos ($23.000 pesos chilenos) y por 12.000Ar podíamos incluir desayuno continental. Era un hotel que se veía muy lejos de nuestro estilo, un hotel antiguo, piezas amplias, piscina, y muy muy vacío. La película "El Resplandor" fácilmente pudo haber sido grabada ahí. La pieza contaba con un pequeño refrigerador e incluso una caja fuerte. Le preguntamos a Tahir, dónde dormiría él y nos indicó que el hotel tiene piezas especiales para los choferes y guías de los turistas. Yo imagino que en algún momento, personas de muy buen estatus económico se alojaron en ese Hotel, pero hoy en día ya no cuentan con mucho flujo.

En la ciudad existía una gran cantidad de personas circulando, caminando y en bicicleta, mucho "busbus" (carretillas para llevar a personas tiradas por personas, 10.000Ar la hora). No dejaba de llamarme la atención la cantidad de gente descalza que caminaba en la calle.

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