El quinto día en Tanzania era de los más esperados, salimos temprano para ir al parque nacional Serengeti! Camino al parque pasamos cerca de unos miradores. Nos encontramos con grandes savanas y algunas aldeas Maasai. En particular, varios niños se encontraban pintados y con sus vestimentas comunes, saltando y cantando a orillas del camino para que te detengas a tomarte una foto con ellos y les des plata por eso. La pintura de sus caras hace referencia a la tradición Maasai que nos contaron en nuestro primer día en este país. Es parte de un ritual donde los niños pasan a hacer hombre en la edad entre los 12 y los 25 años, esto implica ser cincuncidados sin anestecia y no demostrar ninguna señal de sufrimiento. Originalmente este ritual conlleva vestirse en ropas negras desde el inicio hasta 4 a 8 meses después mientras se recupera del procedimiento. Los niños al costado del camino no estaban usando estas ropas, por lo que se cree que sólamente se pintaban las caras para llamar la atención de los turistas y no necesariamente porque estuvieran en el proceso de ser considerados hombres adultos y guerreros.
Nos demoramos algunas horas en llegar al parque y había que hacer una cola para sacar los papeles para ingresar y pagar la entrada. En este sector había centro de visitantes, con mesas de picnics (donde comimos nuestro almuerzo en caja), baños y algunos animalitos, entre ellos ratoncitos y pájaros que se aprovechaban de la comida que dejaban los turistas.
Los primeros animales maravillosos con los que nos topamos fueron los Estorninos Soberbios, unos hermosos pájaros con plumas azules tornasol y una Agama Agama, una lagartija en degradé de rojo a azul, de cabeza a la cola. El Agama Agama posó por mucho tiempo y muy quieto, lo que permitió tomarle lindas fotos.
Seguimos con la busqueda de fauna silvestre y nos encontramos, en momentos distintos, con un grupo de Alcélafo o Búbalo común (Hartebeest en inglés) y también con los Tsessebe común (Topi en inglés o Damaliscus Lunatus Jimela como nombre científico). Son álces, básicamente como unos ciervos más grandes, con cachos más pequeños y cabeza como caballo. Lo que facilita distinguir entre los Alcélafos y los Tsessebe común son las manchas oscuras que tienen los Tsessebes en sus patas traseras, además de tener un color más rojizo que los Alcélafos. Los cachos también son algo diferentes, los Tsessebes son algo más rectos y parecen como una 'V', mientras que los de los Alcélafos van hacia los lados y luego una curva para subir.
Otra ave que conocimos fue la Ardeotis Kori, también conocida en inglés como Kori Bustard. Esta ave es más de tierra que de aire, si bien puede vola, a diferencia de los avestruces, trata de evitarlo lo más posible ya que su cuerpo es pesado y no son muy ágiles. Por lo mismo, sus nidos, o más bien los hoyos donde ponen sus huevos, están en el suelo, normalmente cerca de un árbol. Según wikipedia, el tiempo de gestación de los huevos es cercano a 30 días y la madre se encuentra empollando el 98% de su tiempo. Según el guía, estos pájaros muchas veces olvidan donde dejan sus huevos por lo que a veces terminan empollando uno que no necesariamente es de ellos. Esta última información no la pude corroborar en otra fuente, y si la madre pasa casi todo el tiempo sobre ellos me llama la atención que pueda ocurrir algo así frecuentemente, pero el guía lo mencionó un par de veces.
Siguindo con animales de mayor tamaño: las cebras. Las cebras se convirtieron en uno de mis animales favoritos. Simplemente disfrutaba observarlos y tomarles fotos. Sus rayas son hermosas, su tranquilidad envidiable, aunque de todas maneras siempre andan pendientes de posibles depredadores como los leones.
Nos encontramos con un par de leonas y sus cachorros. En la foto tal vez no se alcanza a apreciar mucho, pero todos esos autos que están alrededor de un pastizal, están realmente rodeando a una leona y sus 3 cachorros mientras devolraban lo que parecía ser un facocero (alias un Pumba del Rey León). La madre contaba con un collar y GPS para monitorearla, si se fijan con cuidado se logra apreciar en las fotos.
Siguiendo con los animales más grandes. Pudimos ver grandes grupos de búfalos africanos, también conocido como Cape Buffalo en inglés. Unos animales hermosos con cachos gruesos y algunos pajaritos sobre ellos haciendo simbiosis. Es uno de los herbivoros de gran tamaño más abundantes de África. Hay que tener cuidado eso si ya que es uno de los animales más peligrosos y agresivos del parque, matando alrededor de 200 personas al año en todo África. Tienen pocos depredadores, pues son muy buenos para actuar en grupo y defenderse y por este motivo muy pocos se arriesgan a atacarlos.
Como dato rosa, estos son los únicos animales que se aparean y dan a luz sólo cuando llueve. Dado que se aparean en la época de lluvia y que la gestación es de once meses y medio, casi un año, para cuando tengan que dar a la luz vuelve a ser la época lluviosa, facilitando que esto ocurra. Según africa.com, la manada es liderada por un macho, sin embargo las hembras mandan hacia donde quieren ir. En época de migración, las hembras se ponen de acuerdo en la dirección que quieren ir y a los machos no les queda otra que seguirlas.
En el camino también nos podemos encontrar con unas islas de piedra y algo de vegetación. Estas "islas" son bien recorridas por los turistas (en los autos) ya que muchas veces se pueden encontrar animales en ellas, en especial depredadores en busca de su próxima presa.
En este caso nosotros no encontramos depredadores, pero si una jirafa solitaria comiendo de los árboles. En el parque se pueden encontrar 2 tipos de jirafas, las cuales se pueden distinguir principalmente por la forma de sus manchas, unas son más estrelladas y la otra más uniformes. La más abundante es la jirafa Maasai, también conocida como jirafa Kilimanjaro es la que tiene las manchas más estrelladas y es la subespecie más grande de jirafas.
Ya empezando a atardecer, empezamos a ir camino al campamento donde alojaríamos 2 noches. La vista del Serengeti atardeciendo la encontré hermosa. El color de la savana en la hora de oro mezclado con las nubes y color del cielo la daba tonalidades muy lindas.
El campamento terminó siendo el mejor lugar donde alojamos prácticamente. Uno podría haber pensado que iban a ser una carpas con a lo más un colchon en el suelo y tal vez cercado con un muro de ramas o piedras como en la aldea Maasai, pero todo lo contrario. Las carpas eran grandes, la nuestra tenía dos camas matrimoniales con catres de fierro, un buen colchón, un plumón exquisito y mosquiteros. Teníamos luz eléctrica, un baño de cerámica, una ducha con agua caliente (que funcionaba en ciertos horarios) y un vanitorio de marmol y madera y un espejo. Lo único que faltaba era que el baño tuviera una puerta o la ducha una cortina, pero ya nos habíamos acostumbrado a esto en Madagascar. Además, la carpa estaba equipada con una linterna de mano, para poder hacer señas en la noche en caso necesitáramos salir o bien ya al atardecer, igualmente un guardaparques te iria a buscar a tu carpa y te acompañaban a la zona del comedor y bar para evitar cualquier accidente. De todas maneras, también te daban un silbato para pedir ayuda en caso de necesitarla.
Absolútamente superó todas nuestras expectativas. Ya estando en extasis con lo que nos encontramos en el campamento, resultó que en la zona común donde tenían un bar también tenian Wifi que funcionaba en ciertos horarios. Eso si que no me lo esperaba.
Después de dejar todas nuestra cosas, salimos a recorrer a pie cerca del campamento. Siempre acompañados de un guardaparques, pero a diferencia del parque nacional Arusha, en el Serengeti está prohibido acarrear armas de fuego, por lo que nuestro cuidador solo tenía una lanza como medio de defensa.
En el atardecer pudimos ver hienas, quienes salen más a estas horas de la noche para alimentarse. En la noche, mientras tratábamos de dormir, pudimos sentir varias de ellas cerca de la carpa, emitiendo ese sonido que parece como que se estuvieran riendo -igual que en el rey león-.
En el atardeceer también nos encontramos con un chacal de lomo negro, lo que yo pensé en un principio que era un zorro un poco más grandes. Es un animal nocturno, por eso es posible verlo a esta hora y en el día se esconde en su madriguera. Podríamos decir que es la versión aficana del coyote, que es nativo de norte américa (ante un ojo inexperto por supuesto).
Acabada la jornada, nos acostamos no mucho después de que oscureció de manera de levantarnos al alba, tomar desayuno y partir en busca de más animales para observar.
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